Café brulé o carajillo
La preparación más sencilla consiste en añadir al café solo un poco de brandy. El método más sofisticado exige calentar y quemar el brandy junto a cuatro granos de café y una corteza de limón. El resultado se cuela y se vierte sobre el café solo servido en una taza pequeña de café. Puede añadirse leche si se desea.